Entrevista a una ex Bruja.

Bruja un estudio biblico

Siempre me ha gustado los temas relacionado a la parte oscura del demonio, descubrir las herramienta que el demonio usa entre nosotros para perder nuestra fe. Considero que es bueno observar estos testimonio porque con ellos sabemos como actua nuestro enemigo. Continuar leyendo «Entrevista a una ex Bruja.»

Puertas abierta al demonio

Demonios en mi Cuerpo 1) En la mayoría de las personas que han estado muy envueltas en el
ocultismo hay una puerta para Satanás mismo. Esta puerta bien
profunda la mantiene abierta un demonio de muy alto rango que se
autotitula «hijo de Satanás». (Nota: este título cambia según las
diferentes zonas geográficas, y el nombre de cada demonio en
particular cambia también, y son demasiado numerosos para poder
hacer una lista. Para establecer autoridad sobre un demonio basta
especificar su función.) Esta puerta le permite a Satanás entrar en la
persona y hablar y actuar a través de su cuerpo como se le antoje.

2) Lo siguiente es el espíritu humano. Hay un demonio de alto rango
sobre todo el espíritu. Este demonio suele ser llamado «espíritu guía»
pero puede adoptar diferentes títulos en varias zonas. Luego hay tres áreas dentro del espíritu, y
cada área tiene un demonio jefe con muchos subordinados.

Las tres áreas del espíritu son:
• La conciencia o capacidad para discernir entre lo bueno y la malo.
• La intuición o capacidad de discernir al Señor y sentir su presencia.
• La adoración o área a través de la cual adoramos al Señor «en
espíritu» como dice Juan 4:23: «Mas la hora viene, y ahora es, cuando
los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad
… »
3) El alma tiene varias áreas. El demonio jefe de toda el área del alma
se refiere a sí mismo como demonio de ((poder». De estos demonios
de poder hablaremos con detalle en el capítulo 14 donde se abordará
el tópico del espíritu controlado por el alma. Hay seis áreas en el alma.
Las primeras tres tienen que ver con el control del espíritu:
Conciencia subconsciencia inconsciencia

4) Por último está el cuerpo físico. El demonio jefe del cuerpo por lo
general es un «demonio de la muerte» como Yaagog. Son poderosos y
muy capaces de causar en poco tiempo la muerte de la persona que
habitan con enfermedades si el Señor no los frena. Las áreas del
cuerpo son:
• El cerebro, o sea, el órgano físico.
• El resto del cuerpo físico mismo.
• El sexo. El demonio jefe de esta área mantiene abierta la puerta que
da a Satanás el derecho legal a tener relaciones sexuales con las
personas, y lo mismo a otros demonios.
Hay muchos pasajes que se refieren a lo que acabamos de mencionar
y las confirman. Ni el tiempo ni el espacio nos permiten hacer una lista
de todos los pasajes. El que nos es más importante es:
«y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y
alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida
de nuestro Señor Jesucristo
1 Tesalonicenses 5:23
Si usted tiene más preguntas en cuanto a estas áreas, le recomendaría
que se leyera el libro El hombre espiritual de Watchman Nee, que da
excelentes referencias bíblicas y una explicación de estas áreas.

¿Para que fui creado?

vocación leccionario algunas vez te has preguntando para que he sido creado, puedo hacer muchas cosas, tengo muchos talento pero aun no has encontrado la felicidad total en esos actos? te dejo con un video en donde te explicara mejor los detalles

 

 

San Francisco de Sales

San Francisco de Sales

San Francisco nació en el castillo de Sales, Saboya, el 21 de agosto de 1567, siendo bautizado al día siguiente como Francisco de Buenaventura. Tuvo como patrono y modelo a San Francisco de Asís. A los catorce años, Francisco fue a estudiar a la Universidad de París, donde estudió retórica, filosofía y teología. A los 24 años, obtuvo el doctorado en leyes en Padua y regresó al seno familiar. Fue ordenado sacerdote dos años después, a pesar de la fuerte oposición de su padre. Posteriormente, el santo se ofreció a evangelizar la región de Chablais, donde las condiciones de los habitantes eran deplorables a causa de los constantes ataques de los ejércitos protestantes.

La tarea de Francisco no fue fácil, y en los primeros años, el fruto del trabajo misionero era muy escaso. Sin embargo, gracias a su paciencia y su humildad, poco a poco el santo consiguió abundantes números de conversiones, restableciendo nuevamente la fe católica en la provincia. En 1602, Francisco fue elegido como Obispo de Granier. Dos años después, el santo conoció a Santa Juana Francisca de Chantal, y el resultado del encuentro de los dos santos fue la fundación de la Congregación de la Visitación. Alrededor de 1622, el santo fallece, luego de meses de agonía y sufrimiento.

¿Quien fue San Vicente?

Diácono y MártirSan Vicente

Martirologio Romano: San Vicente, diácono de Zaragoza y mártir, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano hubo de sufrir cárcel, hambre, potro, láminas candentes, hasta que, en Valencia, en la Hispania Cartaginense (hoy España), voló al cielo a recoger el premio del martirio (304).Etimología: Vicente = Aquel que es un vencedor, es de origen latino.

 El Diácono San Vicente es el mártir más famoso de España. Un siglo después de su martirio, que tuvo lugar probablemente en el año 304, San Agustín le dedicaba todos los años, en este día, una homilía.Los Hechos de su martirio, apócrifos como muchas Pasiones de otros mártires, se inspiran en documentos y tradiciones basados en realidades históricas. Las noticias históricas, reducidas a lo esencial, dicen que Vicente, natural de Huesca, durante la persecución de Diocleciano fue llevado encadenado de Zaragoza a Valencia para ser procesado ante el gobernador Daciano, junto con su obispo, y que sufrió el martirio en Valencia.

A estas pocas noticias históricas se añaden las narraciones de los Hechos. EL obispo de Zaragoza era un poco tartamudo y, por tanto, le iba mal en la oratoria. Pero tuvo la fortuna de encontrar al joven Vicente, bien preparado culturalmente y hábil en el manejo de la palabra. Fue ordenado Diácono y se le confió el cargo de coadjutor del obispo para la predicación del Evangelio.

En el imperio romano campeaba una cruel persecución, y Daciano, gobernador de Valencia, hizo pronto encadenar a los hombres más importantes de la Iglesia española. Al Diácono Vicente le fueron puestos grilletes y así lo condujeron a pie de Zaragoza a Valencia, junto con su obispo; pero aún en esas circunstancias aprovechó la ocasión para predicar el Evangelio, y en nombre del obispo tomó la palabra para confutar las acusaciones del gobernador y para exponerle el mensaje evangélico sin las distorsiones de la propaganda anticristiana.

Daciano no se convenció, pero comprendió que el adversario que había que destruir era precisamente Vicente. Pero primero ordenó que lo torturaran. Después lo metieron en una celda oscura, en donde el pavimento estaba totalmente lleno de cascajos cortantes para prolongar los suplicios. Pero Vicente, con voz todavía fuerte, entonó himnos de agradecimiento a Dios. Entonces, el gobernador, para quitarle este motivo de gloria, ordenó que lo colocaran en una cama muy cómoda, pero en ese momento murió el Diácono.

Llevaron el cuerpo al campo para que lo devoraran las fieras, pero apareció un cuervo que defendió el cadáver de la voracidad de los otros animales. Entonces Daciano ordenó que lo metieran en un costal junto con una gran piedra y lo echaran al río; pero el cuerpo no se hundió y las aguas lo fueron llevando hasta dejarlo en una orilla. Los cristianos lo recogieron y erigieron una iglesia para su tumba.

Consulta también San Vicente, Diácono y Mártir de Jesús Martí Ballester

San Vicente

¿Qué deseo en un año nuevo?

deseos La pregunta me deja un poco inquieto. Porque sé que el «año nuevo» es simplemente una hoja de calendario, un cambio en los números, una simple tradición humana. Porque el tiempo escapa a nuestro control, y fluye sin cesar.

Pero casi todos, al llegar el año nuevo, damos una mirada al año que termina y soñamos en el año que comienza.

Lo pasado queda allí: fijo, inmodificable, casi pétreo. Con sus momentos buenos y sus fracasos, con sus sueños realizados y con los sueños que se evaporaron en el vacío, con las ayudas que me ofrecieron y con las ayudas que pude ofrecer a otros, con mis omisiones y mis cobardías.

Lo futuro inicia, como inició ayer, como inició hace un mes, como iniciará mañana.

Cada instante se presenta como una oportunidad que en parte depende de mi prudencia y de mis decisiones. En otra buena parte, depende de las decisiones de otros. En los dos casos, y aunque no siempre nos demos cuenta, depende de Dios.

De nuevo, ¿qué deseo en un año nuevo? Desearía la paz en Tierra Santa. Para que nadie privase a nadie de su tierra, de su casa, de su familia. Para que las religiones fueran vividas como lo que son: un camino para unir a los hombres bajo la luz de Dios. Para que la tierra donde vivió, murió y resucitó Cristo testimoniase con un estilo de vida nuevo la gran belleza del Evangelio.

Luego, desearía la paz en tantos lugares del planeta. Especialmente en África, donde todavía unos poderosos venden armas para la muerte pero no ofrecen comida para los hambrientos.

Querría, además, que desapareciese el aborto en todos los países del mundo. Lo cual no es ningún sueño imposible: basta con aprender a vivir responsablemente la vocación al amor para que ningún hijo sea visto como un «enemigo» o un obstáculo en el camino de la propia vida. Porque lo mejor que podemos hacer es vivir para los demás. Porque cada niño pide un poquito de amor y de respeto. Porque cada madre que ha empezado a serlo merece ayuda y apoyo, para que no le falten las cosas que más necesite durante los meses de embarazo y los primeros años de su hijo.

En este nuevo año me gustaría dialogar con quien piensa de modo distinto en un clima de respeto, sin insultos, sin desprecios, sin zancadillas. Porque si él y si yo somos humanos, porque si él y si yo queremos encontrar la verdad, podemos ayudarnos precisamente con una palabra nacida desde los corazones que saben escucharse y, más a fondo, que saben amarse…

El año que inicia querría tener más energías, más entusiasmo, más convicción, para enseñar a los otros lo que para mí es el tesoro verdadero: mi fe católica. Enseñarla, sobre todo, con mi vida. Querría ser, en ese sentido, más coherente, más bueno, más abierto, más disponible, más cercano. Especialmente cuando me encuentre con un pobre, con un enfermo, con una persona triste o desesperada, con quien llora porque sabe lo que muchos no se atreven a reconocer: que ha pecado. Porque sólo cuando me pongo ante mis faltas con honestidad clara y completa, descubro mi miseria y comprendo la de los otros. Y porque cuando reconozco mi miseria y la ajena puedo entender que necesitamos al único que puede limpiarnos con su palabra llena de perdón y de esperanza: Dios.

¿Qué deseo en un año nuevo? Quizá deseo demasiado. Quizá he soñado despierto. Quizá me he dejado llevar por una emoción inconsistente. Mientras, el reloj sigue su marcha, y, sin saberlo, me dice: este año será un poco distinto si te abres a Dios, si rompes con tu egoísmo, si empiezas a vivir no para ti mismo, sino para tantos corazones que encontrarás en los mil cruces de camino de este año que está iniciando…

Preguntas o comentarios al autor
P. Fernando Pascual LC

SENDEROS DE LÁGRIMAS

Un suceso sumamente grave y trágico de la historia estadounidense fue el desplazamiento forzado de miles de aborígenes a principios del siglo xix. Después de haber cerrado acuerdos y luchado junto a la creciente población blanca, los echaron de sus tierras ancestrales. En el invierno de 1838, miles de indios cheroquis fueron obligados a marchar penosamente unos 1.600 kilómetros (1.000 millas) hacia el oeste; lo que se conoce como «El sendero de lágrimas». Esta injusticia causó la muerte de miles de personas, muchas de las cuales casi no tenían ropa, zapatos ni provisiones para semejante viaje.

El mundo sigue lleno de injusticia, angustia y quebrantamiento. Y quizá muchos sienten que van dejando un sendero de lágrimas; lágrimas que pasan inadvertidas y tristeza que no recibe consuelo. Pero el Señor ve nuestras lágrimas y consuela nuestro corazón apesadumbrado (2 Corintios 1:3-5). También declara la esperanza de un futuro sin las manchas del pecado ni injusticia. En aquel día y lugar, «Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron» (Apocalipsis 21:4).

El Dios que ofrece liberarnos de las lágrimas en el futuro es el único que ahora puede consolarnos completamente.

13 oraciones para pedir perdon

Para pedir arrepentimiento

Dios omnipotente y misericordioso,
abre mis ojos para que descubra el mal que he hecho;
toca mi corazón, para que,
con sinceridad, me convierta a ti.
Restaura en mí tu amor,
para que resplandezca en mi vida la imagen de tu Hijo
2
Padre misericordioso y consolador,
Tú, que dijiste: «Yo quiero la conversión del pecador
y no su muerte»,
ayúdame a escuchar tu palabra,
confesar mis pecados,
darte gracias por el perdón que me otorgas.
Ayúdame a comportarme con sinceridad
en el camino del amor,
y a crecer en Cristo a través de todos los acontecimientos.

3
Señor Jesús,
cuando Pedro negó tres veces
tú lo miraste con amor misericordioso
para que llorase su pecado
y se convirtiese a ti de todo corazón,
mírame y mueve mi corazón
para que vuelva a ti
y te siga fielmente durante toda mi vida.

4
Señor, que eres justo y clemente con todos los
que te invocan.
Tú conoces mi pecado y mi injusticia.
Tú sabes también mis buenos deseos.
Escucha mi oración,
y dame la gracia de volver a ti,
por una conversión y reconciliación sinceras.

5
Señor, Dios todopoderoso,
tú eres el Padre de todos.
Tú has creado a los hombres
para que vivan en tu casa
y alaben tu gloria.
Abre mi corazón para escuchar tu voz
y, pues me he apartado de ti por el pecado,
haz que vuelva a ti de todo corazón
y te reconozca como Padre,
lleno de misericordia para todos los que te invocan.
Corrígeme para que me aparte del mal
y perdona mis pecados.
Dame la alegría de tu salvación
para que, retornando junto a ti,
me alegre en el banquete de tu casa
ahora y siempre y por los siglos de los siglos

6
Señor:
sabes mis indecisiones y mis cansancios;
ahora mismo quisiera empezar y no me atrevo;
muchas veces me confieso por rutina,
pero hoy no quisiera que fuese así.
Dame la gracia
de conocerme tal como soy,
de profundizar en mis intenciones últimas,
de descubrir las raíces de mis pecados.
de arrepentirme de veras.
Haz que, de tu mano,
recorra el camino de la penitencia,
para llegar a ti, renovado sinceramente.

7
Oh Dios, que me llamas de las tinieblas a tu luz,
de la mentira a la verdad,
de la muerte a la vida;
infunde en mí tu Espíritu Santo
que abre el oído
y fortalece el corazón,
para que perciba mi vocación cristiana
y avance decididamente por el camino
que me conduce a la verdadera vida cristiana.

8
Absuélveme, Señor,
de todos mis pecados.
Concédeme el perdón de mis culpas,
para que te sirva con espíritu libre.

9
Señor, Dios nuestro,
que no te dejas vencer por las ofensas de los hombres
y te aplacas con su arrepentimiento.
Mírame, pues soy pecador,
y concédeme celebrar los sacramentos de tu misericordia.
Haz que sea capaz de corregir mi vida,
para poder gozar de las alegrías eternas.

10
Señor Dios nuestro.
Me duele haberte ofendido
y haber hecho daño a mis hermanos.
Concédeme una sincera conversión y suscita en mí
el amor a ti y al prójimo.

11
Señor Jesucristo.
por tu pasión y por tu cruz me has redimido
y me has dado ejemplo de paciencia y de caridad.
Me duele haberte ofendido y haber sido negligente
en tu servicio y en el de mis hermanos.
Concédeme una sincera conversión V suscita en mí
el amor a ti y al prójimo.

12
Señor, Espíritu Santo.
Tú nos hablas en la Iglesia
y en lo más profundo de la conciencia,
moviendo nuestros corazones a obrar el bien.
Me duele haberte ofendido
con mi desobediencia y dureza de corazón.
Concédeme una sincera conversión y suscita en mí
el amor a ti y al prójimo.

13
Señor Dios, tú conoces todo.
Conoces también mi sincera voluntad
de servirte mejor a ti y a mis hermanos.
Mírame y escucha mis súplicas.
Concédeme la gracia de una verdadera conversión.
Suscita en mí el espíritu de penitencia
y confirma mis propósitos.
Perdona mis pecados y sé indulgente con mis defectos.
Llena mi corazón de espíritu de confianza y generosidad.
Hazme discípulo fiel de tu Hijo
y miembro vivo de su Iglesia.

Amen

Reflexion El burro en el pozo

Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de buscar algo que hacer. Finalmente, el campesino decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo ya estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas; que realmente no valía la pena sacar al burro del pozo. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarle. Cada uno agarró una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró horriblemente.

Luego, para sorpresa de todos, se aquietó después de unas cuantas paladas de tierra. El campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio… con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble:

Se sacudía la tierra y daba un paso encima de la tierra. Muy pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando…

La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra… el truco para salir del pozo es sacudírsela y usarla para dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Podemos salir de los más profundos huecos si no nos damos por vencidos…Usa la tierra que te echan para salir adelante.

Ser humilde ante todo

 

Evangelio según San Lucas 14,1.7-11.ImagenUn sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente.
Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola:
«Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú,

y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: ‘Déjale el sitio’, y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar.
Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate más’, y así quedarás bien delante de todos los invitados.
Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado».Palabra del Señor